Cuando pensamos en el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), la imagen que suele venir a la mente es la de un niño hiperactivo y distraído. Sin embargo, el TDAH en niñas y mujeres a menudo se presenta de manera diferente, lo que puede hacer que el trastorno pase desapercibido o se diagnostique tardíamente. En este artículo, exploramos las características más comunes del TDAH en niñas y mujeres, y cómo estas diferencias pueden influir en su diagnóstico y tratamiento.
- Inatención predominante: cuando la distracción es el mayor reto
En las niñas, el tipo de TDAH que predomina es el subtipo inatento, lo que significa que su principal dificultad está en mantener la atención, más que en la hiperactividad física. Las niñas pueden parecer distraídas o «soñadoras», perdiéndose en sus pensamientos en lugar de estar activamente involucradas en lo que sucede a su alrededor. Algunos de los síntomas más comunes de inatención incluyen:
- Dificultad para concentrarse en tareas que requieren esfuerzo mental sostenido, como los deberes.
- Olvidos frecuentes de cosas importantes, como las instrucciones en clase o las tareas.
- Desorganización, tanto en su espacio físico como en la gestión de su tiempo.
Esta inatención, que no siempre es disruptiva, puede hacer que se ignore el problema en un entorno escolar, donde la hiperactividad suele captar más la atención.
- Menos hiperactividad visible, más agitación interna
A diferencia de los varones, que tienden a manifestar el TDAH con una hiperactividad física evidente (correr, moverse constantemente, etc.), las niñas suelen experimentar más una agitación interna. Aunque no se note externamente, muchas niñas con TDAH sienten que su mente nunca se detiene, lo que puede llevarlas a experimentar:
- Una sensación de inquietud constante.
- Necesidad de hablar excesivamente o de interrumpir conversaciones.
- Dificultad para relajarse o quedarse quietas, aunque puedan forzarse a cumplir con las normas sociales.
Este tipo de hiperactividad menos visible contribuye a que se subestimen los síntomas en las niñas, quienes a menudo desarrollan estrategias para camuflar su malestar.
- Dificultades emocionales: Ansiedad, depresión y baja autoestima
Las niñas y mujeres con TDAH suelen experimentar dificultades emocionales más pronunciadas que los varones. La presión social, junto con la frustración constante por no cumplir con las expectativas, puede llevar a que desarrollen problemas como:
- Baja autoestima, debido a la sensación de «no ser lo suficientemente buenas».
- Ansiedad: la lucha constante por cumplir con las tareas o responsabilidades genera altos niveles de ansiedad.
- Depresión, derivada de una sensación de fracaso o incomprensión.
El hecho de que las niñas con TDAH sean más propensas a internalizar sus dificultades (en lugar de mostrar comportamientos disruptivos) las coloca en un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud mental que pueden pasar desapercibidos durante años.
- Esfuerzos por enmascarar los síntomas
Las niñas y mujeres con TDAH tienden a desarrollar estrategias para compensar o enmascarar sus dificultades, lo que puede retrasar aún más el diagnóstico. Estas estrategias incluyen:
- Ser complacientes o muy «adaptativas» para evitar llamar la atención sobre sus dificultades.
- Dedicar más tiempo de lo necesario a tareas académicas o laborales, lo que provoca agotamiento y estrés.
- Evitar comportamientos que podrían ser percibidos como problemáticos, tratando de ajustarse a las normas sociales de su entorno.
Este comportamiento «silencioso» y sobreadaptativo hace que muchas niñas no sean diagnosticadas hasta la adolescencia o incluso en la adultez, cuando los síntomas ya han causado un impacto significativo en su vida.
- Dificultades en las relaciones sociales
El TDAH también puede afectar las habilidades sociales de las niñas y mujeres, ya que su impulsividad y falta de atención pueden llevarlas a experimentar problemas para mantener amistades estables. Algunas dificultades incluyen:
- Interrumpir o no seguir bien el ritmo de las conversaciones.
- Sentirse incomprendidas o rechazadas por sus pares.
- Dificultad para cumplir con las normas implícitas de las relaciones sociales, lo que puede causar malentendidos o conflictos.
Esto puede generar sentimientos de soledad y aislamiento, intensificando las dificultades emocionales que ya experimentan.
- Problemas en el ámbito académico y laboral
A nivel académico y laboral, las mujeres con TDAH suelen enfrentarse a problemas relacionados con la gestión del tiempo y la organización. A pesar de tener una gran capacidad intelectual, la desorganización y la inatención pueden afectar negativamente su rendimiento. Algunas de las dificultades comunes son:
- Problemas para completar tareas a tiempo.
- Dificultad para seguir instrucciones complejas o detalladas.
- Fatiga mental, debido al esfuerzo constante que hacen para concentrarse y cumplir con las expectativas.
Estas dificultades pueden afectar significativamente su trayectoria académica y profesional si no reciben el apoyo adecuado.
¿Por qué es importante detectar el TDAH en niñas y mujeres?
Debido a que las niñas y mujeres con TDAH suelen ser menos visibles que los varones con el trastorno, es crucial que tanto los profesionales de la salud como los padres y educadores estén atentos a los signos más sutiles del TDAH en ellas. Un diagnóstico temprano y una intervención adecuada pueden marcar una gran diferencia en la vida de estas personas, ayudándolas a desarrollar estrategias para manejar sus síntomas y mejorar su calidad de vida.
En resumen, el TDAH en niñas y mujeres presenta características únicas que requieren una mayor atención y comprensión. Mientras que los varones suelen ser diagnosticados más rápidamente debido a su comportamiento más evidente, las niñas a menudo luchan en silencio, enfrentándose a desafíos emocionales y sociales significativos. Con un diagnóstico adecuado y el apoyo necesario, pueden aprender a gestionar mejor sus síntomas y aprovechar al máximo su potencial.