¿Tienes dificultades para encontrar la palabra que quieres decir? ¿notas que estás perdiendo memoria? ¿te has desorientado en lugares conocidos?
La enfermedad de Alzheimer (EA) es una enfermedad neurológica de tipo neurodegenerativo (se produce degeneración de las neuronas). Se trata de la forma más común de demencia.
Los síntomas de la enfermedad de Alzheimer se desarrollan progresivamente. Se pueden agrupar en:
- Síntomas cognitivos: deterioro de la memoria, lenguaje, orientación, atención, planificación, etc.
- Síntomas emocionales y psicológicos: depresión, frustración, apatía, ansiedad, etc.
- Síntomas conductuales: agitación, agresividad, trastornos del sueño y alimentación, alucinaciones, etc.
Conoce cuáles son los síntomas iniciales de la enfermedad de Alzheimer:
- Mostrar dificultades con el lenguaje
- Experimentar pérdidas de memoria significativas, mostrando problemas sobre todo con la memoria a corto plazo
- Desorientarse en el tiempo y en el espacio
- Perderse en lugares familiares
- Tener dificultades a la hora de tomar decisiones
- Perder iniciativa y motivación
- Mostrar signos de depresión y agresividad
- Mostrar una pérdida de interés en sus aficiones y pasatiempos
¿La enfermedad de Alzheimer tiene cura?
A día de hoy, no existen ningún tratamiento curativo para la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, hay terapias farmacológicas y terapias no farmacológicas (intervenciones psicosociales) que pueden enlentecer el proceso de deterioro, tratando de mantener el máximo tiempo posible la autonomía y las capacidades preservadas, y con ello, la calidad de vida de las personas.
¿Qué podemos hacer desde la neuropsicología?
La evaluación e intervención neuropsicológica ha demostrado tener un gran beneficio en el área de las enfermedades neurodegenerativas.
La valoración neuropsicológica permite explorar las capacidades cognitivas (además, de emocionales y funcionales) para poder diagnosticar la presencia de alguna enfermedad neurodegenerativa.
Una vez alcanzado el diagnóstico, se realiza un plan de intervención mediante estimulación cognitiva y asesoramiento familiar con el objetivo de conseguir una mayor autonomía a lo largo del tiempo y, de esta manera, mejorar su calidad de vida.
Además, mediante las valoraciones cognitivas periódicas, podemos conocer cómo está siendo la evolución de la enfermedad.